Telaraña

Eran las 6:30 de otro dia nublado de otoño, no estaba seguro de cuanto tiempo habia pasado desde que se sento a ver televisión
y no estaba seguro de lo que veia ni porqué lo veía, pero la naturaleza sabia como es, hizo su llamado en el momento preciso.

empezo a caminar hacia el baño, y mientras terminaba su asunto noto una pequeña ventana en la esquina superior de la pared de la ducha,
¿como podia no haberla notado antes?, se preguntó, mientras se acercaba y notaba que no podria ver nada ya que no crecio lo suficiente
como para poder hacerlo, siempre habia querido ser un poco mas alto, siempre se decia a si mismo que debía haber hecho mas ejercicio de niño,
salir a correr, montar bicicleta, nadar en la piscina, cosas que segun sus basicos conocimientos de fisiologia habrian activado los centros
de produccion de hormona del crecimiento y lo convertirian por consiguiente en una persona mas alta.

Encontro finalmente la silla vieja que tanto buscaba, por alguna razon no queria pisar esas sillas nuevas, una mariconada ciertamente
¡pero que chucha! Los momentos en los que trepaba la silla y asomaba lo que podia de su frente por la ventana fueron los mas emocionantes en mucho tiempo
pero toda esa emocion se desvanecio al ver que no habia nada.

Nada, ni una cosa, ni mierda, una pared laaaarga, ventanas con cortinas cerradas y nada, se sintio un poco desilusionado, queria ya bajarse
pero miraba casi desesperado por encontrar algo mas, algo que valiera la pena haber buscado esa silla de mierda que no usa nunca
y que todavia no sabe para que se la quedó.

Estaba listo para bajar cuando de pronto noto una forma llamativa en una de las ventanas, era un brazo, un hombro, una espalda
"¡Puta madre unas tetas! ¡No jodas!" casi sacó la cabeza por la ventana solo para ver mejor aunque eso fuera totalmente imposible a menos que su cabeza tuviera
solo la mitad de su tamaño, cosa que seria incompatible con la vida, o al menos con un cerebro con correcto funcionamiento y un craneo esteticamente "normal".

Empezo a correr escaleras abajo, por alguna razon no tomó el ascensor, hacia tiempo que no corria con tanta emocion, ya no recordaba
que casi se cayo de la silla al bajarse y que casi boto un florero de mierda al tomar las llaves antes de salir ni que dejo el celular
o que la television quedaba prendida, solo importaba correr y esperar que no sea demasiado tarde.

La vio con esa falda ceñida formal de tela negra que delineaba tan bien sus caderas, y la blusa a rayas negras muy delgadas que delineaba tan
bien sus senos, tenia un saco colgando en el hombro izquierdo y con la mano derecha saco un juego de llaves muy grande con
llaveros de muñecos, pulseras y un monton de chucherias, entre ellas un control remoto que presiono y un carro rojo solto ese pitido tan
de alarma de carro que jode justo siempre cuando uno esta por quedarse dormido, abrio la puerta del chofer y se dispuso a entrar.

No supo de donde salieron esas palabras, simplemente salieron, los segundos eran infinitos cada movimiento en camara lenta solo lo ponia mas nervioso
no podia creer lo que acababa de decir, ella empezo a mover la boca para hablar mientras salia de su asombro, el estaba cada vez
mas nervioso, noto que empezo a temblar y a arrepentirse de lo que habia dicho, estaba a punto de dar la vuelta.

"Sé que me viste". Le dijo mientras le estiraba la mano y lo jalaba contra su cuerpo, cayo él encima de ella, casi sin saber lo que pasaba
empezó a besarla fuertemente mientras caian debajo del timon, y en un intento de no desplomarse totalmente, él se agarro de lo que pudo, un ensordecedor ruido
le hizo darse cuenta de que parte del timon se estaba agarrando.

Sintio un golpe seco que le hizo levantarse y golpearse la cabeza mientras lo hacía, con esa mesita de cafe tan maricona que tenia en medio de los muebles de la sala.
Nuevamente ese ruido tan ensordecedor. "Carajo". Salió a la ventana. "Imbecil de mierda". Susurró porque un imbecil no podia esperar 5 segundos a que una tipa en un carro rojo
saliera de la cochera y tomara la avenida en la misma dirección que el antes mencionado imbecil. Cerró las cortinas y fue al baño.

Estaba por salir del baño cuando volteo la mirada a la ducha y se fijo en la pared, en la esquina superior derecha una araña tejía su maldita tela. "si hubiera una ventana, el aire se llevaria esa huevada". Apagó la luz, y salió.